Obra complementaria a la primera historia de la ACU, éste fascículo de 70 pp., redactado anónimamente por agrupados, fue distribuido nacionalmente por el periódico más respetado y de mayor circulación en la Isla, el Diario de la Marina, bajo la dirección del amigo de la ACU, editor en jefe José Ignacio Rivero, con el propósito de responder a las muchas preguntas que surgieron después que la ACU fue honrada  como “congregación Mariana modelo” en la Federación Mundial de Congregaciones Marianas en su primer congreso en Roma.